LA ALEGRE ESCUELITA DEL PLACER

El placer es algo que aceptamos con gusto, de manera natural y sin reflexiones profundas, no lo cuestionamos ni estudiamos como merece.

El placer condiciona nuestro desarrollo, moldea nuestra personalidad, nos aferra a la vida, nos da la motivación para sobrevivir y conservarnos.

El placer hay que ganarlo, no es gratis; el dolor abunda por todas partes, es ilimitado y gratuito, pero el dolor hay que buscarlo y lucharlo para conseguirlo.

También es un arte, una disciplina de poder. No nos enseñan a dominar el placer, ni a sentirlo ni a generarlo, inclusive, nos educan para tenerle miedo e incluso evitarlo. ¿Cómo algo tan bueno puede ser tan malo? Ese es un gran dilema y una de las mayores incoherencias de nuestra civilización.

¿Qué tanto poder genera el placer? si todos deseamos instintivamente el placer, lo opuesto del dolor y estamos programados para buscarlo, ¿qué tanto poder tiene la persona que sea una fuente inagotable de placer? La naturaleza en su infinita sabiduría premia todo estímulo que perpetúe la vida y quien domine el arte del placer será muy poderoso.

Hay placeres sensoriales y placeres relacionales, los que produce la estimulación adecuada de cada sentido y los que se generan por la interacción adecuada con otras personas, placer sexual y no sexual.

¿Qué beneficios le puede traer a una persona saber dar placer sexual? Si usted sabe darle la estimulación adecuada a su pareja llevándola al extasis y a la dicha máximas, ¿su relación tendrá más o menos posibilidades de prosperar, consolidarse o florecer?

Por otro lado, respecto del placer no sexual, ¿cuál será la suerte de una persona que sepa generar bienestar, comodidad, confort, satisfacción y alegría a cualquier otro ser? ¿qué efectos tiene el placer sobre el carisma, sobre la capacidad de cautivar, seducir, conquistar o persuadir?

Probablemente le hayan enseñado a ser amable, respetuoso, cordial, pero le aseguro que nunca le mostraron el poder que podría alcanzar al desarrollar su máxima capacidad de hacer sentir bien a las personas que le rodean, el poder del servicio, la atención, la escucha activa, sus actitudes, la empatía, la solidaridad, la compasión, la resiliencia, la asertividad, el perdón, la bondad, la confianza y el amor.

Si usted domina el placer sexual y el no sexual, será un faro de esperanza en esta sociedad gris; será amado y odiado, admirado y envidiado, venerado y repudiado, pero esa valencia negativa, sólo será una reacción de algunos que no pueden compartir o acercarse a su luz.

En este espacio compartiré todo lo que he aprendido del placer consolidado en mis libros inéditos.

Lo invito a que descubra el poder del placer y transforme su vida, conviertiendose en un valioso objeto de deseo, dador de alegría, esperanza y amor. Este mundo necesita más agentes de placer.

Carlos

Ernesto

Restrepo

Orrego